Arthur H. Matthews era un ingeniero eléctrico, quien desde su niñez estuvo cercanamente asociado con Tesla. Matthews afirmó que Tesla le confió muchas tareas, incluyendo el dispositivo de Tesla para las comunicaciones interplanetarias que fue primero concebido en 1901, con el objetivo de comunicarse con el planeta Marte.
Tesla ha sugerido que el podía transmitir a través de la tierra y el aire grandes cantidades de energía a distancias de miles de millas.
“Puedo fácilmente tender un puente sobre el golfo que nos separa de Marte, y enviar un mensaje casi tan fácilmente como a Chicago.”
Debido a presiones de otra investigación en ese tiempo, el primer modelo funcionando no fue construido por Tesla hasta 1918.
En 1899, Nikola Tesla, con la ayuda de su soporte financiero, J.P. Morgan, instaló en Colorado Springs un laboratorio experimental conteniendo equipo de transmisión de radio de alto voltaje. El laboratorio tenía una torre de 200 pies para transmisión y recepción de ondas de radio y el mejor equipo de recepción disponible en ese tiempo.
Una noche, cuando estaba sola en el laboratorio, Tesla observó lo que el cautelosamente llamó acciones eléctricas que definitivamente parecían ser señales inteligentes. Los cambios ocurrían periódicamente y con tan clara sugestión de número y orden que no podían ser rastreados a ninguna causa, entonces conocida por el.
Tesla elaboró en el tema de “Hablando con los Planetas", en el periódico semanal Collier (marzo 1901):
“Cuando estaba mejorando mis máquinas para la producción de acciones eléctricas intensas, también estaba perfeccionando los medios para observar esfuerzos débiles. Uno de los resultados más interesantes, y también uno de gran importancia práctica era el desarrollo de ciertas invenciones para indicar a distancia de muchos cientos de millas una tormenta que se acercaba, su dirección, velocidad y distancia viajada.
“Fue continuando este trabajo que por primera vez descubrí esos misteriosos efectos que han despertado tal inusual interés. Yo había perfeccionado el aparato referido, hasta tanto que desde mi laboratorio en las montañas de Colorado podía sentir el pulso del globo, como era, notando cada cambio eléctrico que ocurría dentro de un radio de 1,100 millas.
“Nunca podrá olvidar las primeras sensaciones que experimenté cuando supe que había observado algo de consecuencias posiblemente incalculables para la humanidad. Yo sentí como si hubiera estado presente en el nacimiento de un Nuevo conocimiento o la revelación de una gran verdad… Mis primeras observaciones me aterraron positivamente, ya que en ellas estaba presente algo misterioso, por, por no decir sobrenatural, estando solo en mi laboratorio por la noche; pero en ese momento, la idea de estas perturbaciones siendo señales inteligentemente controladas todavía no se me presentó.”
“Los cambios que noté estaban teniendo lugar periódicamente y con tan clara sugestión de números y orden que no eran rastreables a ninguna causa conocida. Yo estaba familiarizado, por supuesto, con tales perturbaciones eléctricas como las producidas por el sol, como la Aurora Boreal y las corrientes terrestres, y estaba seguro, como lo podría estar de cualquier hecho, que estas variaciones no se debían a ninguna de estas causas.”
“La naturaleza de mis experimentos impidió la posibilidad de cambios siendo producidos por perturbaciones atmosféricas, como ha sido afirmado por algunos. Fue algún tiempo después, cuando me llegó el pensamiento, de que los disturbios que había observado podrían deberse a un control inteligente.”
“Aunque en ese tiempo yo no podía descifrar su significado, era imposible para mi pensar en ellos como siendo enteramente accidentales. La sensación crece constantemente en mi, que he sido el primero en escuchar los saludos de un planeta a otro. Un propósito estaba detrás de estas señales eléctricas.”
Este incidente fue el primero de muchos en los cuales Tesla interceptó lo que él sentía, eran señales inteligentes del espacio.
En ese tiempo, era afirmado por científicos prominentes que Marte sería un lugar similar para vida inteligente en nuestro sistema solar, y Tesla primero pensó que estas señales podrían estarse originando del planeta rojo. Más tarde cambiaría su punto de vista, al volverse más adepto a traducir las misteriosas señales. Cerca del final de su vida, Tesla había desarrollado varios inventos que supuestamente podían enviar poderosas cantidades de energía a otros planetas.
En 1937, durante una conferencia de prensa en el día de su cumpleaños, Tesla anunció:
He dedicado mucho de mi tiempo sobre los años a perfeccionar un nuevo aparato, pequeño y compacto, por el cual pueda la energía, en cantidades considerables, ser destelladas a través del espacio a cualquier distancia sin la menor dispersión.”
(New York Times, Julio 11, 1937.)
Tesla nunca reveló públicamente los detalles técnicos de su transmisor mejorado, pero en su anuncio en 1937, el reveló una nueva formula, mostrando que,
“La energía cinética y potencial de un cuerpo es el resultado del movimiento y determinado por el producto de su masa y el cuadrado de su velocidad. Si reducimos la masa, la energía será reducida a la misma proporción. Si se redujera a cero, la energía sería igualmente cero para cualquier velocidad finita.”
(New York Sun, julio 12, 1937, Pág. 6.)
Miedo de Extraterrestres
En los diarios de Tesla que destapó, Dale Alfrey observó que por 1920, Tesla había ganado confianza de ser capaz de encontrarle sentido a las extrañas difusiones de radio del espacio. No obstante, pronto después, Tesla comenzó a expresar gran preocupación acerca de seres de otros planetas que tenían diseños desagradables para la Tierra.
“Las señales son demasiado fuertes para haber viajado las grandes distancias entre Marte y la Tierra,” escribió Tesla. “Así, estoy forzado a admitir a mi mismo que las fuentes deben venir de algún lugar en el espacio cercano o aun de la luna. Estoy seguro, sin embargo, que las criaturas que se comunican unas con otras cada noche no son de Marte, o posiblemente de ningún planeta en nuestro sistema solar.”
Varios años después de que Tesla anunciara la recepción de señales del espacio, Guglielmo Marconi también afirmó haber escuchado de un transmisor de radio extraterrestre. Sin Embargo, Marconi fue tan rápidamente descartado por sus contemporáneos, quienes afirmaban que el había recibido interferencias de otra estación radial en la tierra.
Hay una cierta confirmación pública sobre la validez de los diarios perdidos de Tesla y su creencia en extraterrestres, y la importancia de comunicarse con ellos. Como se observó anteriormente, Arthur H. Mathews afirmó que Tesla secretamente había desarrollado el Teslascopio con el propósito de comunicarse con extraterrestres. El Dr. Andrija Puharich entrevistó a Matthews para el Pyramid Guide, mayo-junio & julio-agosto 1978. Este entrevista reveló por primera vez las conexiones de Matthews con Tesla.
Arthur Matthews nació en Inglaterra, y su padre era asistente de laboratorio para el renombrado físico, Lord Kelvin, atrás en 1890. Tesla fue a Inglaterra a encontrarse con Kelvin… para convencerlo que la Corriente Alterna era más eficiente que la Corriente Directa. Kelvin, por ese tiempo, se oponía al movimiento AC.
En 1902, la familia Matthews dejó Inglaterra, inmigrando a Canadá. Cuando Matthews tenía 16 años de edad, su padre hizo arreglos para el, para que fuera aprendiz bajo Tesla.
El eventualmente trabajó para el y continuó su alianza hasta la muerte de Tesla en 1943.
“No es generalmente conocido, pero Tesla tenía realmente dos enormes transmisores magnificantes, construidos en Canadá,” dijo Matthews.
“Yo manejé uno de ellos. La gente sabía, más que nada, acerca de los transmisores en Colorado Springs, y el inconcluso en Long Island. Yo vi los dos transmisores canadienses. Toda la evidencia está allí.”
Mathews afirmó que el Teslascopio es el dispositivo que inventó Tesla para comunicarse con seres de otros planetas. Hay un diagrama del Teslascopio en el libro de Matthews, The Wall of Light.
"En principio, toma señales de rayos cósmicos”, dijo Matthew.
“Eventualmente las señales se han trabajado a audio. Hable en un extraño y la señal sale por el otro como un emisor de rayos cósmicos.”
Los diagramas de Matthews del Teslascopio tienen poco sentido electrónico. Nadie nunca ha confirmado la realidad del dispositivo. Matthews afirma, sin embargo, que el construyó un modelo del Sistema de Comunicaciones Planetarias de Telsa en 1947 y lo operó con éxito.
El sugirió que debido al rango limitado de los sistemas, el solo pudo contactar naves espaciales operando cerca de la tierra. El había esperado algún día construir un sistema capaz de comunicación directa con los planetas.
"Tesla me había dicho que seres de otros planetas ya estaban aquí, “ relata Matthews. “El estaba muy asustado de que habían estado controlando al hombre durante miles de años, y que nosotros somos simplemente sujetos de prueba para un experimento de una extrema larga duración.”
Matthews no compartía las convicciones de Tesla, que los extraterrestres pudieran no tener los mejores intereses en mente para la tierra. Su opinión es que si los extraterrestres fueran tan avanzados como para ser capaces de viajar de un sistema solar al otro, entonces debería de ser socialmente avanzados y amantes de la paz.
Las ansias de Matthews de continuar experimentando con el Teslascopio era indicativo de los primeros días de la llamada “era moderna de OVNIS”. Por los años cincuenta, contactados como George Adamski y Howard Menger estaban escribiendo libros y dando conferencia a creyentes ansiosos, acerca de los hermanos espaciales como dioses.
Estos ocupantes de los OVNIS afirmaban se de casi cada planeta en el sistema solar, siendo Venus y Marte los más favorecidos. Los hermanos espaciales predicaban una forma de “Religión Espacial de la Nueva Era”, con descripciones utópicas de sus mundos hogar y la denuncia de los modos guerreros de la humanidad.
Tesla se habría sentido ciertamente reivindicado por sus anteriores afirmaciones, si hubiera vivido lo suficiente para experimentar la era moderna de los OVNIS. El menciona en sus diarios sus frustrantes intentos para interesar a aquellos en el gobierno o el ejército, acerca de sus teorías. Al parecer, las cartas de Tesla se quedaron sin respuesta - permanece la interrogante si sus idear fueron o no fueron seriamente consideradas, o si pensaron en ellas como simplemente locas.
La evidencia circunstancial apunta a cierta cantidad de expectativas por parte de los Estados Unidos, al avistarse los primeros OVNI durante la segunda guerra mundial. Podría ser que las ideas de Tesla tuviesen más impacto, no obstante, secretamente, de lo que Tesla alguna vez pudo imaginar.
Nikola Tesla sugería que el podía transmitir a través de la tierra y el aire, grandes cantidades de energía a distancias de miles de millas.
“Puedo fácilmente construir un puente del golfo que nos separa de Marte, y enviar un mensaje tan fácilmente como si fuese Chicago.”
Extraído de : bibliotecapleyades.net
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