En muchos momentos de nuestras
vidas nos hemos preguntado: ¿Para qué estamos en éste mundo? ¿Cuál es nuestro
objetivo en la vida?
Siempre eludimos respondernos y
llenamos nuestro tiempo con otras actividades que no son más que formas de
esquivar nuestro verdadero trabajo para el cual fuimos enviados.
Sí!, todos tenemos un objetivo!,
una misión qué cumplir!
Siempre eludimos aquella responsabilidad
que tenemos y que ha dado origen a
nuestra existencia como seres humanos.
Mucho se oye decir a las
personas: “no le encuentro sentido a la
vida”, “no tengo razón de vivir”, “no tengo la menor idea de qué hacer con mi
vida”, etc.
Las personas que repiten éstas
afirmaciones tan negativas por cierto, no toman en cuenta lo que tienen a su
alrededor, sus seres queridos, su familia, sus pertenencias y todo lo demás.
Nadie dijo que es fácil vivir y alcanzar todo lo que se anhela y se desea
alcanzar. En esta vida somos alumnos del universo que aprendemos algo nuevo
cada día y una de las lecciones que aprendemos para ser felices es valorarnos y
ser personas más fuertes para jugar este juego del cual todos somos partícipes
y que terminará sólo cuando nos demos por vencidos y digamos “la vida no tiene
sentido”.
Estamos en ésta vida para amar,
dar, crecer, aprender, vivir, enseñar y morir….y seguir viviendo aún más allá.
Está en tu poder hacer de esta
vida un edén de paz, armonía, amor, felicidad, tranquilidad y sabiduría o
convertirlo en un infierno de problemas, drama, discusiones e intranquilidad.
En este mundo hay una sola cosa
que nunca debe olvidarse: tu misión. Si
fueras a olvidar todo, absolutamente todo lo demás, pero no esto, no habría
motivo de preocupación, mientras si recordaras, realizaras y atendieras a todo
lo demás pero si olvidaras esa única cosa, en realidad no habrías hecho nada en
absoluto. Es como si un rey te hubiera enviado a un país a cumplir una tarea en
específico. Y vas a ese país y realizas otras cien tareas, pero si no realizas
aquella para la que te enviaron, es como si no hubieras realizado nada en
absoluto. Del mismo modo el hombre ha venido al mundo para cumplir una tarea
específica, y ese es su objetivo. Si no lo realiza no habrá hecho nada.
Cada instante, cada momento de
nuestra vida debemos reflexionar, ¿Para qué hemos venido a éste mundo? Está por
iniciar un año más, lleno de oportunidades para hacer lo que realmente es
nuestra misión: DAR AMOR.
¿Qué debe hacer el hombre para
encontrar la verdadera misión? Luchar por la fraternidad entre todos los seres
vivos, luchar por la tolerancia y por la justicia, luchar por los débiles.
Busca en lo más íntimo de tu alma esa hermosa manifestación de amor y sácala,
manifiesta amor al mundo, da siempre sin medida y da sin esperar nada a cambio.
Ese es el verdadero Amor y esa es nuestra misión.
Desde mi interior … la
magia de la vida
Lolita González
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