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martes, 8 de abril de 2014

MARÍA FÉLIX, ÍCONO DEL CINE MEXICANO A 100 AÑOS DE SU NACIMIENTO


By on 4/08/2014




CIUDAD DE MÉXICO (08/ABR/2014)

María de los Ángeles Félix Güereña (Álamos, Sonora; 8 de abril de 1914Ciudad de México, 8 de abril de2002), mejor conocida como María Félix, fue una actriz mexicana. Es considerada una de las figuras femeninas mas importantes de la llamada Época de Oro del Cine Mexicano. Fué considerada una de las mujeres mas bellas del cine de su tiempo, y uno de los máximos mitos eróticos del cine de habla hispana. Enalteció a México, al consolidar su figura, como digna representante de la mujer mexicana ante todo el orbe, gracias a su rol protagónico en el cine europeo y mexicano. Con Pedro Armendáriz y Dolores del Río, representa a las máximas figuras del Cine Latinoamericano de las decadas de 1940 y 1950.

Es conocida por el sobrenombre de «La Doña», nombre que ganó a partir de su personaje en el filme "Doña Bárbara" (1943). También es conocida como «María Bonita», gracias al himno compuesto, exclusivamente para ella, como regalo de bodas, por el compositor Agustín Lara. Completó una trayectoria cinematográfica que comprendió 47 películas realizadas entre México, España, Francia, Italia y Argentina.




María de los Ángeles Félix Güereña nació en Álamos, Sonora el 8 de abril de 1914. Fue hija de Bernardo Félix Flores, descendiente de indios yaqui. Su madre se llamaba Josefina Güereña Rosas, de ascendencia vasca. Tuvo doce hermanos: Josefina, María de la Paz, Pablo, Bernardo, Miguel, María Mercedes, Fernando, Victoria Eugenia, Ricardo, Benjamín y Ana María del Sacramento.

Transcurrió su infancia en Álamos. La familia vivía con dignidad, a pesar de no ser ricos. Durante su infancia mantuvo una estrecha relación con su hermano Pablo, tanto que la madre los separó pensando que pudieran envolverse en una relación incestuosa. Con tal objeto, envió a Pablo a una escuela militar. Quienes conocieron a María dicen que, de niña, disfrutaba con aficiones propias de muchacho, alejada de cuanto se esperaba de una niña. De jovencita se ejercitó como consumado jinete. Nunca tuvo buena relación con sus otras hermanas, comenzando por su diferencia física (todas sus hermanas eran rubias por herencia materna), así como también por la, desde entonces, contrastante personalidad de María.

Mas adelante, la familia su mudó a Guadalajara. El tiempo transcurrió favorablemente para su hermosura; muy pronto su aspecto comenzó a llamar la atención. Fue coronada reina de la belleza estudiantil en la Universidad de Guadalajara. Muy joven aún, en 1931 aceptó en matrimonio a Enrique Álvarez Alatorre, un vendedor de la firma de cosméticos Max Factor (con quien procreó, en 1934, a su único hijo, el también actor Enrique Álvarez Félix), de quien acabaría divorciándose. Tras su divorcio, María vuelve a Guadalajara con su familia, siendo objeto de chismes y murmuraciones debido a su condición de divorciada. Ante esta situación, María decide trasladarse a la Ciudad de México con su hijo Enrique.

En México, consiguió empleo como recepcionista en un consultorio de un cirujano plástico, y vivió en una casa de huéspedes. Un día, el padre de su hijo la visitó en la capital, y de forma deliberada, se negó a devolvérselo llevándoselo con el a Guadalajara. María le juró que algún día sería más influyente que el, y se lo quitaría. María logró recuperar la custodia de su hijo algunos años después con ayuda de Agustín Lara.




La próspera relación de María con el cine empezó por azar. Se hallaba mirando escaparates en el Centro Histórico de la Ciudad de México (entre las calles de Palma y Fco. I. Madero) cuando el director Fernando Palacios la abordó preguntándole si le gustaría hacer cine. La respuesta pertenece también al mundo de los tópicos, pero los que configuran la leyenda de La Doña: “¿Quién le dijo que yo quiero entrar en el cine? Si me da la gana, lo haré; pero cuando yo quiera, y será por la puerta grande”. Finalmente Palacios logro convencerla de incursionar en el cine. Convertido en su pigmalión, comenzó a orientarla y a presentarla en los círculos de cine. Hizo su primera aparición en el Baile Blanco y Negro del Country Club de la Ciudad de México ante las figuras mas populares de la época: Esther Fernández, Lupe Vélez y Andrea Palma. Eventualmente la llevaron a Hollywood a los estudios de la Metro-Goldwyn-Mayer. Allí conoció a Cecil B. DeMille, quien le ofreció lanzarla en Hollywood, pero a María no le interesó. Prefirió comenzar su carrera en su país. Finalmente, y gracias a Palacios, le ofrecieron el papel estelar femenino en una película de Producciones Grovas, El peñón de las ánimas, de Miguel Zacarías.

María Félix fue conocida como La Doña por su papel en la película Doña Bárbara (1943), basada en la novela homónima del venezolano Rómulo Gallegos. Para la película, ya estaba contratada otra actriz (Isabela Corona), pero cuando Gallegos vió por primera vez a María en una comida en el restaurante Chapultepec, quedó prendado de ella y exclamó: ¡Aquí está mi Doña Barbara!.




De la mano del renombrado director Emilio "Indio" Fernández, María realizará las tres películas que la consagran a nivel internacional: Enamorada (1946), Río Escondido (1947) y Maclovia (1948). La relación entre María y Fernández resultó cordial y sin contratiempos a pesar del fuerte y famoso temperamento del director. En Enamorada, María encuentra a su perfecto compañero fílmico, el actor Pedro Armendáriz. Las cintas de María con Fernández y su equipo (Armendáriz, el fotógrafo Gabriel Figueroa etc.), le darían la vuelta al mundo y tendrían sólida presencia en varios Festivales de Cine internacionales. A su vez, le otorgan a María sus primeros Premios Ariel. En Río Escondido, María demostró tener un talento dramático inesperado. Por otra parte, en Maclovia, donde interpretó a una indiatarasca, logro algo mu difícil para ella: parecer humilde.

Entre las películas de Fernández, María también colabora con Roberto Gavaldón, otro director con quien lució algunas de sus mejores interpretaciones. Su primera colaboración fue en La diosa arrodillada (1947), junto a Arturo de Córdova. Gracias a estos filmes, la fama de María cruza el Atlántico.

Contratada por el productor español Cesáreo González, María comenzará su aventura fílmica en Europa. En México solo actuará en la cinta Doña Diabla en 1949, y no volvería a filmar hasta 1952.


En España realizará tres importantes películas: Mare Nostrum (1948), Una mujer cualquiera (1950) y La noche del sábado (1950, las tres de Rafael Gil. En 1951, filma la co-producción franco-española La corona negra (1951), filme del argentino Luis Saslavsky basado en un argumento de Jean Cocteau. L cinta fué filmada enMarruecos. De España pasará a Italia, donde realizó Incantessimo Trágico (1951) y Mesalina (1951), de Carmine Gallone, en su momento, la cinta más cara del cine italiano.


CARRERA EN EUROPA

En 1952, María conquista el mercado argentino gracias a la cinta La pasión desnuda, del cineasta argentino Luis César Amadori. En ese mismo año María regresa a México. Concluye su relación laboral con Cesáreo González en la cinta Camelia. Su estancia en el país se basará principalmente en su matrimonio con Jorge Negrete, su otrora enemigo, y con quien filma la cinta El rapto, dirigida por Emilio Fernández, y que será la última cinta del "Charro Cantor"..

Tras la muerte de Negrete, María regresa a Europa. En Francia realizará las cintas La Belle Otero (1954), sobre la vida de la célebre cortesana española que triunfó en Francia a principios del siglo XX, y Les Héros sont Fatigués (1955), esta última al lado de Yves Montand. Sin embargo, la cinta más importante de María en este periodo es French Cancan (1954), del gran director francés Jean Renoir, al lado del mítico actor francés Jean Gabin. Su última cinta rodada íntegramente en Europa, fue la cinta española Faustina, de Jose Luis Sáenz de Heredia.


A su regreso a México en 1955, María, convertida ya en figura mítica del cine, se dará el lujo de elegir sus propias cintas, directores y hasta co-estrellas. Este periodo de su carrera se caracterizó por la realización de cintas ambientadas en la época de la Revolución Mexicana. Este ciclo comienza con La Escondida (1955). En este filme, así como en Canasta de cuentos mexicanos (1955) y Café Colón (1958), alterna de nuevo junto a junto a Pedro Armendáriz, única figura que no podía opacar en la pantalla. En 1956 estelariza Tizoc (1956), al lado de Pedro Infante, cinta que sin embargo no fue del agrado de la actriz a pesar de su éxito internacional. Eventualmente realiza Flor de Mayo (1957), con el actor estadounidense Jack Palance, y los melodramas Miércoles de Ceniza (1958) y La estrella vacía (1958), esta última, basada en la novela de Luis Spota. Para compensarla, el mismo director de Tizoc (Ismael Rodríguez) le crea un vehículo genial para su lucimiento: La cucaracha, donde el director explota al máximo la recia personalidad de María, llevándola a interpretar por primera vez un personaje distinto: una soldadera, una "mujer de abajo". En la cinta, María alterna por única vez con Dolores del Río, la otra Diva del Cine Mexicano. En 1959 realiza las co-produccionesSonatas] (1959), de Juan Antonio Bardem, así como a la producción franco-mexicana La Fievre Monte a El Pao (Los ambiciosos), dirigida por Luis Buñuel.

En los años 60, la presencia de María solo se limita a unas cuantas películas, siendo las más destacadas Juana Gallo (1960) y Amor y sexo (Safo '63), (1963), cinta de Luis Alcoriza donde realiza un desnudo parcial. En 1970, filma La Generala, la que sería su última cinta. La telenovela mexicana La Constitución (1970), dirigida por Ernesto Alonso, será su último trabajo profesional como actriz.

A partir de entonces, María se retira de la vida pública de manera parcial para dedicarse a una de sus grandes pasiones: los caballos. Algunos de sus ejemplares llegaron a ganar importantes premios hípicos internacionales.


Su primera matrimonio (1931-1938) fue con el agente de ventas de cosméticos Enrique Álvarez Alatorre. Con el procreó a su hijo, el también actor Enrique Álvarez Félix. La inesperada muerte de Álvarez Félix a consecuencia de un paro cardiaco en 1996, sumió a María en una profunda tristeza, aunque en público siempre demostró una gran entereza.

Su segundo matrimonio fue con el célebre compositor Agustín Lara "el músico-poeta". María fué admiradora de Lara desde la adolescencia. Ellos se conocieron de forma accidental y poco cordial en una cabina telefónica en la calle de Reforma. Algún tiempo después, fueron presentados formalmente por un amigo en común, el actor Tito Novaro a partir de ese momento la pareja inició una relación amorosa sumamente publicitada, que culminó en matrimonio en 1945. Lara inmortalizó a María en una enorme cantidad de canciones, tales como Humo en los ojos, Cuando vuelvas, Dos puñales, el chotis Madrid y sobre todo el célebre tema María Bonita, compuesto en Acapulco durante su luna de miel, y que él estrenó en una serenata para ella con Pedro Vargas. María Bonita se convertirá en una de las canciones mas populares de Lara a nivel mundial y el hinmo indiscutible para María en cualquier lugar donde se presentaba. Sin embargo, los celos excesivos de Lara pusieron fin a su relación en 1947. La misma María afirmó que en un ataque de celos violento, Lara incluso intentó matarla.7 La separación fue inminente.

Tras su separación de Lara, María vivió algunos sonados romances como el magnate Jorge Pasquel, el torero Luis Miguel Dominguín y el actor argentino Carlos Thompson. A este último, lo conoció en Argentina durante el rodaje de La pasión desnuda (1952). La pareja estuvo a un paso de llegar al altar, pero en el último momento María se arrepintió.

En 1953, cuando María regresaba a México tras su estancia en Europa y Argentina, se reencuentra con un "viejo enemigo": el actor y cantante Jorge Negrete. A diferencia de su difícil primer encuentro 10 años atrás en el rodaje de El peñón de las ánimas, ahora María encontró a un Negrete, según sus propias palabras, "rendido a sus pies". Tras un breve romance, la pareja contrajo matrimonio en una cermonia tumultuosa, transmitida por radio a toda Latinoamérica, realizada en la Finca de Catipoato, en Tlalpan, propiedad de María. Por desgracia. Negrete ya estaba enfermo cuando el matrimonio se llevóa a cabo. Negrete falleció once mese después en un hospital en Los Angeles, California, mientras María se encontraba en Europa filmando La Belle Otero. La aparición de María en sus funerales vestida con pantalones, causo un enorme escándalo, el cual llevó a María a poner tierra de por medio y refugiarse en Europa.

En su estancia en Francia, María conoció a través de la pintora Leonor Fini, al escritor francés Jean Cau, asistente del escritor Jean Paul Sartre. Con Cau, María también vivió un célebre romance.

En 1956, María contrae matrimonio por cuarta ocasión, ahora con el banquero francés de orige rumano Alexander Beger, con quien vivirá entre México y Francia, y de quien enviuda 18 años después. Con Berger intento de nuevo convertirse en madre, pero un accidente durante la filmación de Flor de mayo (1957), provocó que María perdiera el hijo que esperaba.


A partir de entonces, María se retira de la vida pública de manera parcial para dedicarse a una de sus grandes pasiones: los caballos. Algunos de sus ejemplares llegaron a ganar importantes premios hípicos internacionales. Su última pareja sentimental fue el pintor francés Antoine Tzapoff.


Los años postreros de María transcurren entre eventos sociales, homenajes, opiniones controvertidas y simples despropósitos. Hasta el final de su vida aseguró que quería volver a la actuación, pero nunca se concretó nada.

María Félix murió mientras dormía, el 8 de abrilo de 2002 (el día que cumplia 88 años), aproximadamente a la 1:00 am. hora de Ciudad de México, pero sólo hasta aproximadamente las 10:00 de la mañana se descubrió el cuerpo sin vida; de este lamentable acontecimiento dio información su médico de cabecera el Dr. Enrique Peña.

Su cuerpo fue transportado de su residencia de la Colonia Polanco en la Ciudad de México al Palacio de Bellas Artes. El cortejo fúnebre fue flanqueado por una escolta de motociclistas y gente del pueblo que la acompañó, la vitoreó y la aplaudió a su paso por las diferentes calles por donde desfiló hasta llegar a su destino en la gran ciudad.

El féretro con los restos mortales de María nunca se abrió de acuerdo con los deseos de la propia finada.

El féretro en Bellas Artes permaneció durante 22 horas; de éste histórico sitio, partió el cortejo fúnebre hacia la Asociación Nacional de Actores en donde se le rindió tributo en el Teatro Jorge Negrete. De este lugar partió el cortejo fúnebre hacia el Panteón Francés donde reposan sus restos al lado de su hijo Enrique Álvarez Félix y de sus padres.

Al morir dejó su fortuna, incluidas propiedades y grandes obras de arte a su asistente personal de 28 años, Luis Martínez de Anda. La familia no fue beneficiada en el testamento de la gran "Diosa" del cine mexicano. Benjamín Félix Güereña, hermano de La Doña, solicitó una exhumación de su cadáver para determinar las causas de la muerte, por considerar que hubo irregularidades en su inhumación. Una semana después, los peritos determinaron que María Félix había muerto por una insuficiencia cardiaca y no había muestras de muerte violenta. Después de la exhumación, Félix Güereña retiró dicha denuncia y expresó estar conforme con las conclusiones de la averiguación.


Fuente : Wikipedia

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