Ciudad de México, México (29/dic/2014)
La tradición de tomar doce uvas con las doce últimas campanadas de un año para celebrar la entrada del siguiente tiene su origen, supuestamente, en España, se cree que sobre el año 1880 (aproximadamente), y se extendió hasta llegar a países como México, Bolivia, Venezuela, Chile, Colombia, Perú y Costa Rica.
Teorías del origen de la tradición
Existen muchas teorías que intentan explicar por qué realizamos un acto tan simbólico en Nochevieja. ¿Quieres conocerlas? ¡Te las presentamos!
1. Burlémonos de la burguesía… ¿Adoptando sus costumbres?
Al parecer esta tradición se empezó como una burla ocasionada por el enfado de los madrileños respecto a un bando municipal del alcalde de Madrid -José Abascal y Carredano- en 1882. Al parecer, el día en que llegaban los Reyes Magos, el día 5 de Enero, era un día de fiesta en que se permitía beber en la calle y hacer mucho ruido con la excusa de recibir a los Reyes. ¿Qué decía el bando? Que todos aquellos que quisieran salir a a calle a hacerlo deberían pagar 1 duro (5 pesetas). Un precio bastante elevado para la época que provocó que muchos madrileños no pudieran acudir a este evento.
¿Qué hizo un grupo de ciudadanos enfadados? Tomaron como referencia la costumbre burguesa (grupo social al que pertenecía el alcalde y aquellos que podían permitirse las 5 pesetas) de beber champán y tomar uvasen la cena de Nochevieja y acudieron a la Puerta del Sol para imitarlos mientras sonaban las campanadas.
Al parecer este hecho empezó a repetirse. De forma que en 1897 los periódicos madrileños ya hablaban de la tradición madrileña de tomar doce uvas al son del reloj que marcaba la llegada del próximo año. ¡Muy curioso!
¿O quizá de la aristocracia francesa?
Al parecer en el año 1907 la prensa española se quejó del origen de esta tradición, ya que se suponía llegódesde Francia o, quizá, Alemania, concretamente de los aristócratas que celebraban la entrada del año de esta forma. Se dice que los ciudadanos de estratos sociales más humildes también decidieron burlarse de este acto, hasta que, sin quererlo, terminó extendiéndose y convirtiéndose en una tradición.
2. Una cosecha de uvas excepcional
En 1909 parece ser que hubo una cosecha de uva abrumadora que generó excedentes. Al parecer los productores decidieron aprovechar para vender las uvas otorgándoles el poder de la “buena suerte”. Este hecho, mezclado con la tradición de los burgueses madrileños, pudo provocar que las clases más humildes tuvieran acceso a esta forma de celebración y de este modo se extendiera por el territorio.
Fuente: http://supercurioso.com/por-que-tomamos-uvas-con-las-doce-campanadas/
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