Ciudad de México, México (13/dic/2015)
La idea de que el martes 13 es de mala suerte se basa en creencias de la cultura anglosajona. Tiene distintos orígenes:
Uno de los más antiguos se basa en una leyenda del pueblo vikingo donde 12 dioses fueron invitados a cenar, excluyendo al dios de las tinieblas, quien más tarde ocasionaría la muerte de la diosa de la belleza, sumergiendo al mundo en la oscuridad.
Para la iglesia cristiana su origen tiene que ver con la última cena, donde Judas, el apóstol que traicionó a Jesús, era el invitado número 13.
Durante el medievo se temía al número 13 porque se pensaba que en las reuniones de brujas el décimo tercer invitado correspondía al diablo.
Por su parte, la numerología argumenta que la mala fortuna del 13 se debe a que es sucesor del número más completo: el 12, presente en los 12 meses del año, 12 apóstoles de Jesús y los ciclos del día y noche que duran 12 horas cada uno.
En la actualidad la creencia de mala fortuna persiste y muchos aeropuertos y hoteles evitan numerar pisos, elevadores y puertas de abordaje con el 13.
Derramar la sal
Derramar la sal es considerado como un mal presagio debido a que en la antigüedad era una sustancia importante para la preservación de la comida. Por lo tanto, era un alimento caro y lujoso que no podía desperdiciarse.
Una explicación más reciente se basan en la obra del pintor Leonardo Da Vinci, La última cena, donde Judas está representado derramando la sal por accidente con el codo.
Sin embargo, esta sustancia no sólo está relacionada con malos augurios. Tirar sal por encima del hombro derecho se considera una manera de blindarse contra la maldad.
Que un gato negro se cruce en tu camino
La razón por la que estos animales son considerados de mala suerte tiene sus orígenes en la Edad Media, cuando la gente creía que las brujas eran capaces de transformarse en ellos.
También se pensaba que los demonios utilizaban su forma para pasar desapercibidos.
Sin embargo, estos animales no siempre han sido temidos, pues en el antiguo Egipto los gatos eran respetados y considerados sagrados.
Romper un espejo
La creencia de que romper un espejo causa siete años de mala suerte se debe a que en la antigüedad se creía que los espejos pueden reflejar el alma de las personas. Por ello no debían ser destruidos.
De esta creencia se deriva otro tipo de pensamientos, como que los vampiros no tienen alma y por tanto no pueden ver su reflejo.
Durante los funerales o celebraciones religiosas católicas, como los días de Semana Santa y Día de Muertos, también se cubren los espejos en señal de luto para evitar que el alma de los difuntos quede atrapada en uno de ellos.
La idea de que el martes 13 es de mala suerte se basa en creencias de la cultura anglosajona. Tiene distintos orígenes:
Uno de los más antiguos se basa en una leyenda del pueblo vikingo donde 12 dioses fueron invitados a cenar, excluyendo al dios de las tinieblas, quien más tarde ocasionaría la muerte de la diosa de la belleza, sumergiendo al mundo en la oscuridad.
Para la iglesia cristiana su origen tiene que ver con la última cena, donde Judas, el apóstol que traicionó a Jesús, era el invitado número 13.
Durante el medievo se temía al número 13 porque se pensaba que en las reuniones de brujas el décimo tercer invitado correspondía al diablo.
Por su parte, la numerología argumenta que la mala fortuna del 13 se debe a que es sucesor del número más completo: el 12, presente en los 12 meses del año, 12 apóstoles de Jesús y los ciclos del día y noche que duran 12 horas cada uno.
En la actualidad la creencia de mala fortuna persiste y muchos aeropuertos y hoteles evitan numerar pisos, elevadores y puertas de abordaje con el 13.
Derramar la sal
Derramar la sal es considerado como un mal presagio debido a que en la antigüedad era una sustancia importante para la preservación de la comida. Por lo tanto, era un alimento caro y lujoso que no podía desperdiciarse.
Una explicación más reciente se basan en la obra del pintor Leonardo Da Vinci, La última cena, donde Judas está representado derramando la sal por accidente con el codo.
Sin embargo, esta sustancia no sólo está relacionada con malos augurios. Tirar sal por encima del hombro derecho se considera una manera de blindarse contra la maldad.
Que un gato negro se cruce en tu camino
La razón por la que estos animales son considerados de mala suerte tiene sus orígenes en la Edad Media, cuando la gente creía que las brujas eran capaces de transformarse en ellos.
También se pensaba que los demonios utilizaban su forma para pasar desapercibidos.
Sin embargo, estos animales no siempre han sido temidos, pues en el antiguo Egipto los gatos eran respetados y considerados sagrados.
Romper un espejo
La creencia de que romper un espejo causa siete años de mala suerte se debe a que en la antigüedad se creía que los espejos pueden reflejar el alma de las personas. Por ello no debían ser destruidos.
De esta creencia se deriva otro tipo de pensamientos, como que los vampiros no tienen alma y por tanto no pueden ver su reflejo.
Durante los funerales o celebraciones religiosas católicas, como los días de Semana Santa y Día de Muertos, también se cubren los espejos en señal de luto para evitar que el alma de los difuntos quede atrapada en uno de ellos.
Pasar debajo de una escalera
Para la religión cristiana, la forma de una escalera recargada en una pared simula la mitad del triángulo del símbolo de la Sagrada Trinidad (la unión de Dios, su hijo y el Espíritu Santo).
Por lo tanto, pasar por debajo de ella se considera una profanación y mal augurio.
Levantarse con el pie izquierdo
En la tradición cristiana el lado izquierdo está relacionado con seres malignos como demonios y el diablo. El lado derecho es designio de confianza y bondad.
La mitología argumenta que en el hombro izquierdo de las personas es ocupado por el diablo y el derecho por los ángeles. En años más recientes esta creencia ha perdido su carácter religioso y se ha convertido en un acto que supuestamente atrae la mala suerte.
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