(11/feb/2015)
Démosle un vistazo al exterior de la casa. Para mí, eso se ve como un relajante lugar donde puedo sentarme bajo la sombra y disfrutar de una cálida tarde. Pero ni en un millón de años podría imaginar el interior y las maravillas que la casa guarda tras sus paredes.
Este hombre californiano construyó un verdadero oasis gatuno en su moderna casa.
Nunca, ni en un millón de años creerías lo que Peter Cohen creó en su casa de Goleta, California. Para empezar, no hay perros viviendo aquí, pero por otra parte, la casa entera ha sido transformada en un oasis para gatos.
Peter Cohen, junto a su socio Manuel Flores y su compañero de cuarto, Hiro Furumoto, comparten la casa con nada más y nada menos que 14 gatos rescatados. ¿Imaginan vivir con 14 gatos? Pues ellos encontraron la mejor manera de convivir juntos.
Hasta la fecha, la casa ha costado entre $40.000 y $50.000 a Peter. En realidad, ese sería el monto estimado que ha invertido en la construcción de este santuario para gatos. Las “atracciones” para gatos son tantas que, cualquier pensaría que se trata de una casa de gatos acondicionada para los humanos.
Podía haberlo hecho por menos, pero las estructuras son tan interesantes e importantes para él, como lo son los gatos.
Usando sus conocimientos de la construcción que aplica en su lugar de trabajo, Peter ha construido en el interior de su casa, este verdadero paraíso vanguardista para gatos. Pasarelas en todas los rincones, interconectándose unas con otras, ubicadas estratégicamente para ejercitar a los nekkos.
Todo el interior está construido para conjugar en perfección y armonía, la ocurrente y tantas veces simpática vida gatuna con el ajetreado día a día de un ser humano. Aquí caben felicidad y comodidad para ambos.
Cualquiera que lea que en esta casa habitan 14 gatos, pensaría que este lugar viviría en un constante estado de caos, pero en realidad es un oasis de tranquilidad, con un estanque y música tranquila.
Claramente, todo lo bueno se encuentra en el interior de la casa. Una mezcla perfecta de convivencia, utilidad y belleza fueron puestos en práctica por Peter, para conseguir que esta maravillosa obra de arte, porque ese es el nombre que se ajusta a la casa.
Peter dice que ocasionalmente son despertados en medio de la noche porque los gatos comienzan a perseguirse unos a otros. Es el pequeño precio que se paga por tener gatos felices. Yo invertiría otra pequeña fortuna en tapones para oídos.
Este santuario arquitectónico para gatos también posee un estanque de peces koi, pero curiosamente, según Cohen, hasta ahora ningún gato se ha comido a ningún pez. Debe ser por la estructura de la casa, que incluyen camineros y lugares para explorar por todo el interior de la casa.
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