(11/feb/2015)
La ideología de los líderes nazis siempre estuvo salpicada por el esoterismo y la magia, pero si alguna vez tuvieron verdaderos motivos para creer en brujas las responsables fueron las Nachthexen (brujas de la noche). Así llamaban los alemanes a las aviadoras militares del 588º Regimiento de Bombardeo Nocturno de la Unión Soviética.
El 2 de noviembre de 1938, Polina Osipenko, Valentina Grizodúbovatres y Marina Raskova recibieron la distinción de Heroínas de la Unión Soviética por varios récords en distancia de vuelo; eran las primeras mujeres en recibirla y las únicas antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Marina Raskova, que también había sido la primera mujer instructora en la Academia Aérea, fue personalmente entrevistada por Stalin y le otorgó el grado de Mayor.
Cuando Hitler rompió el Pacto de No Agresión con la Unión Soviética, Marina lideró una campaña para que las mujeres también pudiesen luchar contra los alemanes en el aire. En 1941, y gracias a su amistad con Stalin, consiguió su objetivo: se crearon tres Regimientos aéreos compuestos únicamente por mujeres… entre ellos el 588º Regimiento de Bombardeo Nocturno. Este Regimiento estaba compuesto por unas 400 mujeres, entre pilotos y personal de tierra, y tenían una media de edad de 22 años. Cuando Marina se encontró con todas ellas, le asustó que mujeres tan jóvenes pudiesen morir…
Los alemanes avanzaban rápidamente y el aprendizaje que duraba varios años en la Academia Aérea quedó reducido a unos pocos meses… tuvieron que someterse a un duro entrenamiento físico y a un cursillo intensivo en tácticas de combate, pero ninguna de ellas se quejó por ello. Además, los aviones destinados al Regimiento de Bombardeo Nocturno eran los Polikarpov U-2 (Po-2), el biplano más producido en el mundo creado, inicialmente, para prácticas de vuelo y la fumigación de los campos.
El problema de estos aviones es que eran demasiado lentos, obsoletos -fabricados en 1927- y que estaban construidos de madera y lona. Aquellas “escobas voladoras“, sin radio ni paracaídas -decían que preferían morir que caer en manos de los alemanes-, llevaban dos tripulantes (piloto y navegante) y tenían capacidad para dos bombas que, en algunas ocasiones y debido a los obsoletos sistemas de lanzamiento, debían tirar a mano. En principio, no tenían ninguna posibilidad frente a los veloces cazas alemanes pero su maniobrabilidad les permitía realizar bruscos y rápidos virajes que dificultaban enormemente la posibilidad de ser abatidas. Además, su lentitud les permitía volar tan bajo como para hacerlo entre bosques donde los cazas alemanes no podían acceder.
Debido a su escasa capacidad de carga, las brujas de la noche realizaban varias operaciones en la misma noche siguiendo siempre la misma táctica: cuando se acercaban al objetivo paraban sus ruidosos motores y planeaban hasta llegar al objetivo, lanzaban las bombas y volvían a encenderlos para salir de allí.
Desde 1941 hasta el final de la guerra, las mujeres de este Regimiento realizaron 23.672 misiones y lanzaron más de 3.000 toneladas de bombas. Hasta 23 “brujas de la noche” fueron condecoradas por la Unión Soviética. La Mayor Raskova falleció en una misión en 1943. Otras aviadoras con nombre propio fueron: Nadya Popova y su tripulante Katya Ryabova llegaron a realizar 18 misiones en una noche; la teniente Irina Sebrova intervino en 1.008 misiones y sobrevivió las dos veces que fue derribada consiguiendo llegar a su base.
Fuente: historiasdelahistoria.com
La ideología de los líderes nazis siempre estuvo salpicada por el esoterismo y la magia, pero si alguna vez tuvieron verdaderos motivos para creer en brujas las responsables fueron las Nachthexen (brujas de la noche). Así llamaban los alemanes a las aviadoras militares del 588º Regimiento de Bombardeo Nocturno de la Unión Soviética.
El 2 de noviembre de 1938, Polina Osipenko, Valentina Grizodúbovatres y Marina Raskova recibieron la distinción de Heroínas de la Unión Soviética por varios récords en distancia de vuelo; eran las primeras mujeres en recibirla y las únicas antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Marina Raskova, que también había sido la primera mujer instructora en la Academia Aérea, fue personalmente entrevistada por Stalin y le otorgó el grado de Mayor.
Cuando Hitler rompió el Pacto de No Agresión con la Unión Soviética, Marina lideró una campaña para que las mujeres también pudiesen luchar contra los alemanes en el aire. En 1941, y gracias a su amistad con Stalin, consiguió su objetivo: se crearon tres Regimientos aéreos compuestos únicamente por mujeres… entre ellos el 588º Regimiento de Bombardeo Nocturno. Este Regimiento estaba compuesto por unas 400 mujeres, entre pilotos y personal de tierra, y tenían una media de edad de 22 años. Cuando Marina se encontró con todas ellas, le asustó que mujeres tan jóvenes pudiesen morir…
Los alemanes avanzaban rápidamente y el aprendizaje que duraba varios años en la Academia Aérea quedó reducido a unos pocos meses… tuvieron que someterse a un duro entrenamiento físico y a un cursillo intensivo en tácticas de combate, pero ninguna de ellas se quejó por ello. Además, los aviones destinados al Regimiento de Bombardeo Nocturno eran los Polikarpov U-2 (Po-2), el biplano más producido en el mundo creado, inicialmente, para prácticas de vuelo y la fumigación de los campos.
El problema de estos aviones es que eran demasiado lentos, obsoletos -fabricados en 1927- y que estaban construidos de madera y lona. Aquellas “escobas voladoras“, sin radio ni paracaídas -decían que preferían morir que caer en manos de los alemanes-, llevaban dos tripulantes (piloto y navegante) y tenían capacidad para dos bombas que, en algunas ocasiones y debido a los obsoletos sistemas de lanzamiento, debían tirar a mano. En principio, no tenían ninguna posibilidad frente a los veloces cazas alemanes pero su maniobrabilidad les permitía realizar bruscos y rápidos virajes que dificultaban enormemente la posibilidad de ser abatidas. Además, su lentitud les permitía volar tan bajo como para hacerlo entre bosques donde los cazas alemanes no podían acceder.
Debido a su escasa capacidad de carga, las brujas de la noche realizaban varias operaciones en la misma noche siguiendo siempre la misma táctica: cuando se acercaban al objetivo paraban sus ruidosos motores y planeaban hasta llegar al objetivo, lanzaban las bombas y volvían a encenderlos para salir de allí.
Desde 1941 hasta el final de la guerra, las mujeres de este Regimiento realizaron 23.672 misiones y lanzaron más de 3.000 toneladas de bombas. Hasta 23 “brujas de la noche” fueron condecoradas por la Unión Soviética. La Mayor Raskova falleció en una misión en 1943. Otras aviadoras con nombre propio fueron: Nadya Popova y su tripulante Katya Ryabova llegaron a realizar 18 misiones en una noche; la teniente Irina Sebrova intervino en 1.008 misiones y sobrevivió las dos veces que fue derribada consiguiendo llegar a su base.
Fuente: historiasdelahistoria.com
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