CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO (5/mar/2014)
Muchos seguidores y fieles de la Iglesia Católica realizan el tradicional miércoles de ceniza, pero muchos de ellos descnocen el por qué de está fecha, quién la impuso y con qué objetivos.
En la mayoría de países católicos, se realiza la imposición de ceniza en el rostro o frente de los fieles.
¿POR QUÉ EL MIÉRCOLES?
Cuando en el siglo IV, se fijó la duración de la Cuaresma en 40 días, ésta comenzaba 6 semanas antes de la Pascua, en domingo, el llamado domingo de "cuadragésima". Pero en los siglos VI y VII d.C. cobró gran importancia el ayuno como práctica cuaresmal. Y aquí surgió un inconveniente: desde los orígenes nunca se ayunó en día domingo por ser "día de fiesta", la celebración del día del Señor.
Entonces, se movió el comienzo de la Cuaresma al miércoles previo al primer sábado del mes.
ORIGEN DE LA COSTUMBRE
Antiguamente los judíos y otros pueblos de Oriente Medio acostumbraban a cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y usaban la ceniza como gesto de arrepentimiento profundo.
En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación del Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.
En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma solía poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.
Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos del año anterior. De acuerdo a la Tradición, esto recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada. También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.
La imposición de ceniza es una costumbre que recuerda a los que la practican, que algún día morirán y que su cuerpo se va a convertir en polvo.
SANTA MISA, IMPOSICIÓN Y PENITENCIA
Este día, que es para los católicos día de ayuno y abstinencia, igual que el Viernes Santo, se realiza la imposición de la ceniza a los fieles que asisten a misa. Estas cenizas se elaboran a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior, y son bendecidas y colocadas sobre la cabeza de los fieles como signo de la caducidad de la condición humana; como signo penitencial, ya usado desde el Antiguo Testamento; y como signo de conversión, que debe ser la nota dominante durante toda la Cuaresma.
La celebración de este día puede iniciarse con una procesión penitencial desde el exterior del templo, desde una capilla vecina, o por lo menos una entrada procesional del sacerdote celebrante y los ministros sagrados. Mientras ocurre esta procesión se cantan las letanías de los santos.
Una vez llegados al altar, omitiendo los ritos iniciales y el rito penitencial, el celebrante reza inmediatamente la oración colecta. En seguida se proclaman las lecturas (Joel 2, 12-18; Salmo 50, 3-6.12-14.17; 2 Corintios 5,20 - 6,2) que recuerdan el sentido de penitencia, conversión y arrepentimiento de los pecados. El evangelio, proclamado por el diácono o el sacerdote celebrante (S. Mateo 6, 1-6. 16-18), recuerda cómo debe ser la penitencia, la oración y el ayuno agradable a Dios.
Luego de la homilía, se procede a la bendición de la ceniza con una breve oración pronunciada por el sacerdote celebrante, quien asperja las vasijas con la ceniza. Seguidamente, el sacerdote, que puede ser ayudado por sus ministros, realiza la imposición de la ceniza sobre los fieles. El sacerdote deja caer la ceniza en su cabeza, o bien traza una cruz de ceniza en la frente de quien la recibe, según la costumbre. Mientras lo hace, dice una de las siguientes frases extraídas de las Escrituras:
Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás (Gn. 3,19)
Convertíos y creed en el Evangelio (Mc. 1,15)
Antes que a todos, un ministro debe imponerle la ceniza al sacerdote celebrante. Mientras se impone la ceniza, el coro entona salmos penitenciales. El resto de la Misa se celebra conforme a la manera habitual.
Es costumbre dejar y no lavar la ceniza hasta que esta desaparezca por sí misma.
De cualquier forma, es una costumbre de suma importancia para el catolicismo y es de sabios respetar.
FUENTE WIKIPEDIA|FOTO ENFOQUE OAXACA
ARTÍCULO Y REDACCIÓN
JORGE LUNA
@Jorge___Luna
jorge.manuel.luna@outlook.com
siglosdeevolucion.blogspot.mx
0 comentarios:
Publicar un comentario
Queremos estar siempre en contacto contigo. Tu comentario es muy importante. Hazlo saber y generemos comunicación activa.