CIUDAD DE MÉXICO, MÉXICO (14/jun/2014)
Difícilmente se encuentra a una persona que no tenga miedo de la pobreza. Ocurre que las personas luchan desesperadamente para amontonar bienes a fin de liberarse de la pobreza. Y, aunque se hagan ricos, continúan asustados. Esa lucha atormentada y persistente contra el miedo a la pobreza provoca el estrés, el agotamiento y, finalmente, el hombre acaba adquiriendo un innecesario infarto.
Tu no naciste para la pobreza. Tu eres hijo de Dios y tienes todo el universo a tu disposición. Sumérgete en la riqueza infinita. Tanto la pobreza como la riqueza son tan solo estados de espíritu que generan la realidad correspondiente.
No creo que la religión predique la pobreza como condición humana, aun cuando existan aquellos que optan por la vida pobre por profesar un ascetismo que los satisface interiormente. Jesús predicó la "pobreza de espíritu", lo cual es muy diferente a la "pobreza económica o física".
Esa es una etapa transitoria que no debe irritar ni perturbar a la persona, sino constituir un peldaño más para alcanzar la prosperidad. Cree en la prosperidad y serás próspero.
No tengas miedo a la pobreza ni guardes resentimientos contra los ricos, más bien canaliza tus energías físicas y mentales, tus entusiasmos y creatividades, en el sentido de crecer siempre más económicamente.
Si tus pensamientos constantes fuesen de abundancia, atraerán inevitablemente abundancias.
@Lolipatita
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